domingo, 30 de enero de 2011

La Escritura...

Muchas veces me he puesto a pensar que significa la escritura para mi, que representa el hecho de estar escribiendo y perderme horas y noches en las maravillosas letras que en conjunto dan una sola pieza de arte capaz de meterme a un nuevo y maravilloso mundo, un mundo en el que no soy ni somos nosotros. Ese mundo en el que las cosas cambian, y donde cualquiera podría vivir y disfrutar al mismo tiempo que yo.
También muchos me han preguntado como puedo llegar a escribir tanto, que de dónde salen todas esas ideas. He aquí la respuesta: No tengo la más mínima idea. Las ideas llegan; cuando en verdad estoy escribiendo, no me pregunto qué hora es, en dónde estoy, ni qué tenía que hacer. He dejado de salir un fin de semana completo por escribir, ya que necesito ese aislamiento de mí mismo, ese momento en el que las cosas a mi alrededor cambian, cuando no hay nadie que te diga que hacer ni el cómo.
Dicen que el ser humano no puede volar, yo digo que están muy, pero muy, equivocados, yo he volado muchísimas veces, por encima del Monte Everest, encima de la Torre Eiffel, a través del Gran Cañon, aterrizado en la punta de Gran Pirámide, y dejarme caer en picada hacia el Triangulo de las Bermudas. Siempre he querido llegar hacia el Sol, pero el calor es demasiado y muchas veces tengo que regresar antes de quemarme.
Cuando estén leyendo esto, muchos dirán: "Que se fumo Rodrigo/Martínez ahora" Nada, solo me dejo llevar por mi imaginación, dejo que ella se haya cargo de mi, mis dedos solo se mueven a su merced. Escribo lo que me viene, siempre algo fuera de lugar, algo que la mayoría de la gente diría que no existe, yo digo que sí. Dragones, duendes, elfos, magia, suspenso, drama, terror; todo eso junto crean la mayor aventura que una persona puede vivir, y lo mejor es que jamás tomará un avión, ni un barco. Viajara en un hipogrifo, o mejor aún en el Kraken.
Cuando algún escrito los atrapa no importa el tiempo a su alrededor, uno puede sentarse a leer unas 7 u 8 horas seguidas sin parar. Viviendo la historia desde el personaje principal, o desde el villano principal. Nosotros nos identificamos con algún personaje y ese personaje nos lleva durante toda la historia a conocer su vida, su pasado y futuro, que aunque el autor no nos haya presentado, ahí lo tenemos, lo deducimos, lo vivimos.
Recuerdo la primera vez que me senté a escribir, el sobre qué lo tenía muy claro, mas no tenía el como. Un joven iluso de 2° de secundaria que se creía escritor, escritor de algo que el mundo daba por olvidado, la Atlántida. Y ahora espero poder presentarles un mundo nuevo, un mundo en el que las cosas giraran en torno a algo mejor, algo que esta lleno de sorpresas, humanos y criaturas viviendo en un mismo mundo, sin diferencias ni problemas.
He llegado a envidiar a J.R.R Tolkien al haber creado algo tan maravilloso, él no solo creo un nuevo mundo, sino que también un idioma, un universo. De poderle hacer una pregunta, sería: ¿Cómo fue ir visitando constantemente aquel mundo?
En serio extraño visitar aquel mundo donde mi mejor amigo es un enano, el Rey de los Enanos, y donde los problemas surgen a diario, problemas de poder, y sobretodo problemas relacionados con la maldad pura. Todo lo anterior y más significa para mi la escritura, un mundo en el que, repito, no soy nadie sino un simple habitante del mundo que yo mismo cree.

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