Este poema lo escribió mi bisabuelo, a quien nunca tuve el placer de conocer.
Falaz
Agustín Martínez de Arredondo y G. Cantón
¡Odio y rencor contra ti me existe!
creo mujer traicionera
¡que solo viniste a la tierra!
para hacer el mal que hiciste.
Infeliz de mi vida por ti truncada;
donde quiera que voy,
paréceme ver tu imagen odiada
de dantesca ensoñación.
Me lance tras tu amor
un ángel creyendo encontrar;
y encontré tan solo un dolor,
un dolor por que llorar.
¡Mujer blanca! que bella eres;
¡Oh!, pero que odiosa
es tu belleza lujuriante,
tu belleza grande y escarniosa.
Como si fueras creada
para el infierno del Dante.
Engañaste mi ilusión,
la pureza de mi ideal.
Y diste un eterno baldón,
sin piedad ni compasión,
al que te supo amar,
con todo su corazón.
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